Mensaje a Maduro de Fin de Año
Después
de aguantar un frio insoportable en las calles de Chicago debido a una salida
obligada para continuar buscando los medios de mi supervivencia, regreso a la
casa, entro en Noticiero Digital, y veo que el 95% de los titulares está
dedicado a una alocución de Maduro acerca de sus planes para mejorar la
Economía de Venezuela.
Confieso
que leí muy poco del contenido; sin embargo, los titulares me entraron en
el sitio donde mi cuerpo acobija las arrecheras más profundas. Un sitio que,
gracias a mi edad, me permite hoy día mentar una madre en profundo silencio,
desear el peor de los males a un ser humano
sin decir una palabra y, sobre todo, reírme, sin ni siquiera sonreír, sintiendo
lástima por los ingenuos de pensamiento y los carentes
de dignidad.
Es
harto sabido que Venezuela es un desastre y su economía se encuentra en
coma sumergida en un abismo gracias a
quienes la han gobernado por casi veinte años. Sin embargo, según ellos,
la culpa es de los Estados Unidos y de los venezolanos oligarcas quienes,
a su vez, son aliados de ese
"imperio"; de una derecha reaccionaria, donde cabemos todos los
que nos oponemos al gobierno y de unos desalmados, en el sentido estricto
de la palabras, que no comulgan con "las ideas:" del poder
político.
En
otras palabras, después de haber manejado por
un periodo de casi dos décadas los recursos del país, Hugo Chávez y
su heredero Nicolás Maduro, así como su sucesora
comparsa de incapaces, no pueden ser culpados del desastre económico. Mientras
tanto, el venezolano común debe joderse día a día buscando como mantener su familia,
satisfacer sus necesidades básicas y recrear a los suyos. Para colmo, es conminado a someterse a la humillación de tener
que hacer colas interminables, en extensión y tiempo, solo para conseguir una
migaja de lo que necesita.
En
un país realmente democrático, estos gobernantes ya estuvieran invernando en la soledad, el ostracismo o presos. No son solo trogloditas, incapaces, mediocres, ayunos de tolerancia y seguidores
de una supuesta “ideología” sino que que ofenden hasta a
aquellos a quienes ellos llaman sus guías o maestros, tales como Karl Marx,
Lenin, Friedrich Engels, Mao Tse Tung, y todos esos otros inteligentes
equivocados. Pero, lamentablemente, Venezuela ya no es una democracia y una vez más la historia está
demostrando que la no democracia permite el vandalismo del poder.
No tengo duda
de ello, los llamados socialistas venezolanos que ocupan el poder son unos vándalos.
Sin embargo, hay que reconocer que para esos vándalos
el camino transitado para permanecer en
el poder ha sido más fácil que el que debe andar un país civilizado.
¿La
razón?
Una
oposición que decidió hace tiempo oponerse al país en vez de oponerse al
gobierno. Los dirigentes opositores venezolanos viven
hablando de ir a la calle; pero las calles se cagan de de la risa todos los
días cuando los oyen y observan sus pavimentos vacios. Esas calles lo que hacen es entristecerse
pues sienten que quienes las surcan son solo bravos e hidalgos estudiantes que luchan, y
mueren, por conquistar un mejor futuro. Por su parte, la supuesta dirigencia opositora se concreta a
lograr titulares repetitivos y lamentables que solo los cubren los
escasos medios de comunicación que quedan en el país.
Hoy, solo un hombre llamado Leopoldo y una
mujer llamada María Corina son los únicos
dirigentes que representan las bolas y vaginas de mi patria. Ellos se han enfrentado al gobierno arriesgando el
pellejo. Ellos han entendido que un verdadero dirigente político debe tener en su mente y alma las
escuelas de Mandela, Ghandi, Luther King y todos esos otros que pusieron sus
creencias por encima de sus personas.
Por último, quiero desahogar lo que mi cuerpo
acobija y mencione anteriormente. Voy a olvidar mi edad y hacerme eco de mi época
liceísta y universitaria cuando llamé equivocadamente “Gobiernito” al Gobierno
de Rómulo Betancourt. La diferencia está en que hoy estoy seguro de lo que digo
no es una equivocación.
Maduro…!!! ECDTM …!!!!!